lunes, 15 de agosto de 2011

ALGUNOS NIÑOS

EL HADA


       La música a mordiscos se ha injertado en mis venas
yo rujo
siento maraña,
me quemo en sus enormes ojos acuchillados.
       Miralos.
       Chapotean en el barro, se ensucian
pisotean a los cuervos anémicos
oigo sus carcajadas cuando a escondidas les veo insultar a los podridos,
ellas
las hadas
les han contado el secreto de los bosques impenetrables.
        
        Las hadas juran venganza por todos los niños destrozados.
        
        Niños arañados gritan
enamorados de la lluvia y de los charcos,
se muerden las lágrimas
se muerden las llagas,
me han mirado y he sentido ésa explosión repentina de los locos.
        Me injerto el Sol
dentro de mí cultivo convulsiones y germinan oleajes,
solo así vivo me trago cardos y llamas
me estrello con ansia.
        Un hada me ha agarrado por el cuello olía a tierra mojada
a aullido de loba en celo, gracias a élla estoy en el borde
y muerdo mi nausea.
        
        Amanecer.......
acariciado y espoleado por el Sol, mis pasos y mis carcajadas son cataclismos.




     NIÑOS RADIACTIVOS




         La savia de los árboles vomita monstruos de dientes infectos
los pájaros visitan al psiquiatra con sus ojos electrocutados
niños risueños en atmósfera de miel crepúsculo
juegan besando los bosques con sus flequillos dorados.

         ¡Cuanta belleza!......me ahogo
en inmensidades rojas de infección,
¡cuanta belleza en esos labios rojos, en esos ojos claros!
         Repugnantes hadas explotan las quemaduras de sus senos, me seducen.
         ¡Tempestuoso!

         ......Rojo oscuro, en el clímax de la rabia me acribillo con metrallas de pus.


         Los bellos niños de Chernobil juegan a esconderse
entre las flores mutantes,
y lamen sus caramelos con su saliva habitada
por monstruos quemantes.
         Solo soy Leonardo,
condenado para siempre a sentir el lenguaje de las espesuras verdes
rabioso me habro el cráneo a cabezazos
busco la llave infinita volando en la hierva, disolviendome en ácido
conflictivizándome,
pero no puedo hacer nada.
          Absolutamente nada.
          Me enamoro de esa niña tan dulce que se abraza a la madrugada
con la piel cayéndosele a pedazos,
me ahogo de rabia ¡bellísimos!
ésos ojos bañados en lágrimas nucleares.


          ¡¡¡ Aaagggrrrrrruuuuaaarrrrgggrrrrrr !!!


          Con los dientes muy apretados os miro fijamente,
y Leonardo se ahoga.







No hay comentarios:

Publicar un comentario