sábado, 28 de enero de 2012

SPLEEN.


    Alicia y Leonardo suicidados.

       También Jorge
y Esteban y Laura y Antonio y Esther y Enrique y Rosa
también Chuchi
he conocido a Chuchi desde su primer ataque grito de rabia ilegal.
       Solo los niños
se suicidan antes de haber cumplido veinte años.

       Él
el más alto,
ya está, ha alcanzado el orgasmo
las diez horas de trabajo diarias en cremoso esperma
los semáforos
que nunca están en verde y la esposa vieja insoportable
han sido eyaculados.

      A falta de árbitro cabrón
siempre se puede echar mano de una hija
mocosa y desobediente
sonrosada. 


         Más:

madres muertas
en monólogo interior venezolano
("¡ay chama! ¿será Luis Alberto el padre del amante de Esmeralda?")
madres muertas con agujeros
tras el reverso de sus ojos hundidos en cuencas vacías
madres amnésicas de rutina
partiendo la cara a unos hijos muy malos
qué disgusto
qué histerismo ante el televisor lascivo
qué varices
qué dolor de cabeza
malditos críos que no cesan de jugar en el salón recién fregado.

        Todos los niños sienten el spleen
todos los adolescentes sienten el spleen
jovenes y viejos de adolescencia incurable que escupieron al psiquiatra
sienten el spleen,
y el spleen es un cuchillo de gente asquerosa que bala y ahoga

beee......beee......beee......beee
beee......beee......beee......beee
beee......beee......beee......beee
beee......beee......beee......beee

que bala y ahoga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario