miércoles, 15 de febrero de 2012

MATRONA



                                                                I

       Bajo luces rojas
azules amarillas
de plata
de heridas
de todas las estrellas, del Sol
de piedras de fuego
profundidad mental de las mantis en celo.

      El cielo verde nubla la mente
del loco macho muerto de miedo
y pese a todo valiente
de fiebre muerde
raspa mea transgrede
el sexo abierto de la hembra, no sabe que le miente
en seco,
que la carne ardiente le toma el pelo

ja ja ja
ja ja ja
que la bella y feroz orgasmo se ha zampado ya a mas de veinte.


                                                                    I I

        La hembra, coqueta
se defiende
su caluroso abrazo alrededor de nuestro cuello nos invita a escucharla atentamente,
escuchemos pués su misterio:

-"vivo porque si
porquequiero
enamorar al mundo entero y llevarlo a la guerra
por mí,
porque me laten me arden truenos perturbada
y enamorada de la muerte,
porque paro y sangro".

       Yá
ahora si que está todo mas claro
ya decía yo
que porqué se me aparecen ahora los bichitos que antes no veía
justo cuando la lúz comienza a brillar,
porqué
pierde de repente la cabeza un demente,
el Sol se levanta todo lo abrasa
la malahierba se alza
palpita ruge rabia la alondra canta
en las cimas mas altas de las montañas,
las muchachas de plata
flacas lagartijas chapoteando en las aguas....

un zángano
oculto entre las matas Duende y peludo
las espanta.


                                                                      I I I

         La sangre canta en la manada.
         La sangre mana
marrana
del cuello a rayas de una bestia herida
por una fiera carnívora,
él
es un macho que eyacula de miedo y convulsiona sus pezuñas
élla está toda rezumante de leche en sus ubres
soberbia leona dorada, muy, pero que muy enamorada
con espuma en la boca ¡enloquecida!
que mata porque sí y porque quiere ¡porque le agrada!
cazar por la sabana.

         Otra hembra viene a lamer ésos huesos
a copular con un fémur si hiciera falta
solo por revivir a ése muerto, ¡misterio!
pasadas unas lunas el cadaver germina y la hembra pare
un bicho salvaje.

         Las estrellas.
         
         Sangre de níquel sangre de hierro sangre de azufre rojo
entre las piedras,
salivazo de la erupción de un cráter.
         Flujo de vulva y fuego.



                                                                       I V


         Irrita.
         Jode,

mastica de puro mística
la hembra pura el hierro duro,
metralla de poros se ríe
de nosotros, dispara
besos crudos.


        Ascuas alas de cuervo
fraguas crines sacude la Santa,
sorben
beben
babean ansia oscura ciegas desencajadas fauces abiertas,
tragarían hasta las raices ésas crines
hasta que la garganta se atasca.


        Digamos que ni una sola
de las niñatas tibias de la metrópolis alcanza sus tobillos,
las que se adornan el hocico
el ombligo
la caperucha roja de su clítoris con anillos,
yo la he visto
derribándolas de un sopapo con un solo brazo
y partirlas el espinazo,
el otro mas vigoroso y hermoso si cabe
torneado y cobrizo
sujetando y amamantando a su prole salvaje.


         Ante Dios, ante cualquier libro o tabla,
ante quién séa.






 

No hay comentarios:

Publicar un comentario