miércoles, 22 de febrero de 2012

POEMAS DE GIULIANA LLAMOJA

 


                   DeciderEs   noctuRnOS

      Si mi carne no entiende al espíritu
y mi espíritu se rsiste a mi carne

SEÑOR

No me DEJES SER YO, SINO SÉ TU Y HAZTE HOMBRE,

      Dejemonos entonces de jugar a la santidad
si puedo dejar de ser mujer
y empezar a ser trigo
....trigo y entender al ser
que vivo.

      SEÑOR

      He roto las alas en media estación
grávidas pululan las golondrinas
han llegado a tu ventana con un horizonte enmarcado de distintos soles
solo blanco, solo verde. Blanco blanco verde Verde
pero sol
al fin
y al cabo.

      SEÑOR

no me dejes ser yo sino sé tú y hazte como yo.
      Confíname entonces en la pantomima de tu mirada inefable
o échame en tus brazos
y hagámonos UNO.

      UNO porque no solo de pan vivirá el hombre
y en ésta viandante cena
que me duele tanto y tanto
el pan que me debes es el que jamás ya he de pedir.


                                     ANDA Y DILE

      Anda, detente en sus ojos
y dile que aquella mujer de elevadas caderas no eras tú.
      No he querido querer siendo humo, plagarnos de risas violetas
a mis 22 aún no, y sin embargo te llenaron de días prohibidos.

      Mi última palabra fué un barco que huyó explicándome el camino
y simplemente se fué.
      La habitación se ha vuelto en mí.
      No calcines más este recomienzo
que tu lengua rosa estira si recién es mediodía
y aún nos ven.

      Con la luna hecha nudos en tu vientre
allá, donde las golondrinas vuelven a mis pies,
no levantes la esperanza, ni la eches a volar si está llena.
      Anda pequeña muda,
anda llena de mudez,
anda sobre tus pies de sombra. Corre. Comienza la carrera.
      Sin labios para descubrir mi voz,
es la sed quién guarda entre sus dedos - siempre -,
nuestro último gran recurso: Mirar sus ojos
con la intensidad de la desesperación, si,
saciarlos de primavera,
y escuchar con la suavidad de una oración,
en que parte de su existencia
acaecen tus mañanas de improfundo atardecer.


                                  LADY CHATERLEY

     Lady Chaterley
renuncio a la vejez
que importa si viene a buscarme al sonar el silbato esta mañana
que importa que haya cavado fondo
renuncio a la vejez
por eso compro discos de longplay para seguir jugando mientras muero
porque si juego largo entiendo que me estiro, que hay mucho por leer
Lady Chaterley reo común de la Biblioteca Brartres me alimento por las dos
corro firmemente y he sabido alejarme del humo de los carros
y quién hubiese dicho que esto era posible
si hoy supieras como te recuerda
no sabrías entender al recuerdo como nunca lo entendiste a él.
     Si hoy supieras lo de las fotos de tu prematura desnudez
vejándote
acariciando tu deslucido cuerpo ahora mas allá de mi cabeza
quizás quisieras arrancarle sus raices
si comulgaras todos los domingos
nuevamente, mas allá de tu fé
me dirías que dios no existe 
pero ya no sabes ni comulgas en los patios
en la plaza
ya no juegas con tu espanto
tu pico blando, blanco ha enmudecido
y nosotros, digo ellos
ensallan tu última sonrisa
renuncio a la vejez por mis pálidas canas
Lady, pequeña rosada
te alimentaste de mis restos, pequeño fantasma
y esta lágrima inunda el reflejo del espejo mientras murmura el eco de su caida
no dudes, no te preguntes quién nos habla
es mi rostro cansado de ser mi rostro cuando ni la sombra de tu sombra
se irroga alguno que es vecino
ven y vé mas allá de mis palabras, que arriba ya no hay espacio
para ocupar lo que nadie ocupa y comienza a hacer frío
los otros ríen para que nosotros no riamos
porque ya se han ido agotando las carcajadas
y ya estamos cansados y me ha dolido en el alma repartirlas
es la hora del pájaro escarlata
es la hora de del grito
el tiempo llega pesado como un grito
el horizonte se quiebra
lascalles revelan nuestros nombres
nadie se da cuenta
mi vocal de piedra
mi animalita eterna, el tiempo llega pesado como un grito
y ¿quién escucha?
yo me tiño en las paredes de tu cuarto
yo reparto mi carne en el vestíbulo de los locutores
sin que ellos se atrevan a cerrar los ojos
yo me infecto como el cañon de una pistola que no dispara
con la poesia me intoxico
me quiebro
me desparramo
me desarmo de bruces
y ya no soy el paroxismo de la pena
y ya no soy un animal torpemente borrado por la lluvia
y tu me dirás que los pájaros necesitan sufrir
Lady Chaterley
y yo te diré que descanso y que hoy
solo queda una llama larga y rota sobre la cual transitamos.


                                         LAS BRASAS INVISIBLES 

       Dame un derrotero, una razón
un campo de plumas
mas allá de las lágrimas que azotan
atrozmente
el mediodía.

      Como el pájaro cazado
caigo en la onda sorda que el tiempo
estira
sangrientamente.

      Privada de la vida, la muerte
es un helecho de rosas negras
hojarascas humeantes.

      Su perfume la despedida de mi más
inaudito dolor

       Y las brasas que me habitan
trozos de escarnio
sobre las palabras que se desploman
sobre el papel. 
















                                                                                                                                                                                                                            

      

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